El outsourcing es la externalización de actividades complementarias a la actividad principal de una empresa con el objetivo de reducir costes y poder concentrar todos los esfuerzos en la actividad principal de su negocio. No obstante, existe aún en la actualidad mucha reticencia a la hora de subcontratar a otra compañía, quizás aún no somos conscientes de que con la externalización se abren también nuevas posibilidades de innovación y flexibilidad de las actividades.
En CHAPP pensamos que para una empresa la importancia de las relaciones BPO (Business Process Outsourcing) no se debería basar solo en un proceso de externalización que tenga como objetivo, únicamente, la eliminación de los costes y la optimización de los procesos para conseguir ser más eficientes; sino que también es vital la creación de valor de negocio más allá del ahorro de los costes. Este es el motivo por el que los estudios revelan que en los últimos años una de las mayores preocupaciones de las organizaciones que contratan outsourcing es que sus proveedores no implementan innovación.
Sin embargo, uno de los errores que cometen las empresas de forma generalizada es que piensan que en el momento en que se externaliza una actividad con un proveedor de outsourcing pueden olvidarse de ella, nada más lejos de la realidad. La relación BPO implica que ambas empresas caminen hacia un mismo objetivo para que se materialice todo el potencial de la innovación, por lo que es primordial que la compañía subcontratada comparta los principios y la cultura de la empresa principal.
De este modo, la organización principal puede centrar todos sus esfuerzos en aquello que aporta valor a su cliente y fortalecer así el core de su empresa, simplificando la estructura de su organización, eliminando las tareas secundarias y promoviendo el desarrollo profesional en el que los conocimientos son la base. Por tanto, la empresa dedica su tiempo y entusiasmo en aquello en lo que es realmente buena obteniendo lo secundario de otra compañía que también vuelca toda su dedicación y entusiasmo en aquello que domina.
Además, no se invierte una gran cantidad de tiempo y dinero en actividades que profesionales especializados desarrollarán de forma más efectiva y con mayor calidad. Así como, se reducirán los costes y la sustitución de los gastos fijos por variables.
La empresa tiene que tener claro cuál es su core-business para centrarse en ello y contratar outsourcing para las actividades accesorias. Nunca es demasiado tarde para innovar, pero se debe trazar una estrategia y seleccionar una empresa de outsourcing que comparta la filosofía de la compañía principal. Hay relaciones de BPO que impulsan la innovación desde el principio, pero otras lo hacen de forma paulatina, partiendo de un enfoque centrado en la eficiencia, pasando por mejoras de la productividad y llegando a formas más avanzadas de innovación. Lo importante, es que toda externalización agregue valor y posibilite la implementación de innovación antes o después.
Por ello, debe ser un desafío de las empresas de outsourcing que sus organizaciones clientes innoven no solo en tecnología sino también en procesos y producto, en general, en cualquier aspecto en el que se pueda liberar conocimiento y que ayude a las empresas a crecer y ser cada vez más competitivas.